Honduras: Con el COVID-19, y los impactos de ETA e IOTA

Convirtiendo Tragedias en Oportunidades

La Articulación de Mujeres de La Vía Campesina Honduras integrada por CODIMCA, CNTC, CILAH, UCIH y FRENAJUC, nos pronunciamos sobre el acceso a la salud, el acceso a bienes productivos, los niveles de violencia que viven las mujeres, en el contexto de la pandemia y el impacto de ETA e IOTA y la respuesta del Estado a sus necesidades y demandas.

La situación de exclusión a la que están expuestas históricamente las mujeres rurales, obedece a causas estructurales y patriarcales, que se observa en el incumpliendo de los derechos humanos en salud, educación, económicos, una vida libre de violencia, principalmente. Para las mujeres rurales, esta situación se empeora y las oportunidades de lograr una vida con dignidad y en un marco de derechos es casi una utopía.

En el contexto de COVID-19, y los impactos de ETA e IOTA la condición anterior se ha profundizado para las mujeres rurales. Se puede casi afirmar, que han retrocedido en el logro de sus luchas y defensa de derechos humanos fundamentales y en la construcción de una vida autónoma y libre para la toma de decisiones.

“Las mujeres rurales tienen poca posibilidad de participación y liderazgo en los mecanismos y espacios de toma de decisiones, en la ejecución de los programas agrarios o de desarrollo rural, y en los sistemas productivos. Además, enfrentan todavía limitaciones importantes en su acceso a recursos financieros, crédito, mercados y otros, así como a servicios de salud, educación, justicia, vivienda y saneamiento, entre otros, que socavan el pleno ejercicio de sus derechos en todos los ámbitos”. (OEA-CIM, 2020).

Según datos oficiales, el 80% de las mujeres rurales no tienen acceso a la tierra. Esta situación empeora porque “más del 30 por ciento del territorio nacional ha sido destinado a concesiones mineras, privatizando ríos y territorios” que obliga a familias completas, mujeres y jóvenes a desplazarse a otros países, por la situación de precariedad en que viven.

Asegurar el acceso a la salud, educación, a la tierra, al crédito y otros medios productivos, contribuiría a que las mujeres rurales en edad de trabajar (1.622.572) y económicamente activas (550.748)[1] vivieran en un clima de dignidad y libres de cualquier tipo de violencia.

Ante la situación de las Mujeres Rurales de Honduras es importante que el Estado de Honduras

  1. Garantizar la incorporación y aplicación del enfoque de igualdad de género y de ayuda humanitaria en las estrategias y acciones de política pública que tienen que ver con las mujeres rurales.
  2. Destinar el presupuesto suficiente y oportuno a las instituciones establecidas en el II PIEGH, para la ejecución de políticas públicas y sus instrumentos que tienen que ver con las mujeres rurales y sus derechos principalmente en la salud, educación y económicos.
  3. Articular en cada sector y entre sectores, las estrategias de apoyo a las mujeres rurales, para lograr mejores resultados, la eficiencia del presupuesto y de otros recursos.
  4. Actualizar los sistemas oficiales de monitoreo, seguimiento y evaluación, y registro de información estadística actualizada que favorezcan la toma de decisiones fundamentadas respecto a las soluciones de los problemas de las mujeres rurales.
  5. Promover espacios de consulta y debate al seguimiento de los problemas que afectan a las mujeres rurales, para que en una lógica de igualdad de género se incentive la participación y empoderamiento de las mujeres.

En relación al acceso a la salud, una vida libre de violencia, autonomía económica, son derechos no negociables para las mujeres rurales.

En tal sentido, es necesario que el Estado aumente la cobertura y presupuesto en salud; asegurar que los operadores de justicia cumplan su papel de manera eficiente; estimular las actividades económicas de las mujeres, especialmente la relacionada a la agricultura- y particularmente- proporcionado los fondos necesarios a CREDIMUJER.

Si los gobernantes verdaderamente quieren luchar por erradicar todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres rurales deben impulsar políticas públicas con recursos e institucionalidad que las atienda.

Hoy 09 de marzo en el marco del Dia Internacional de la Mujer, nos unidos y alzamos la voz miles de mujeres del área rural para Exigir atención oportuna y pertinente del Estado de Honduras.

COSECHEMOS JUSTICIA PARA LAS MUJERES DEL CAMPO.

Tegucigalpa, M.D.C., Honduras, C.A.

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