Este 28 de junio se cumple un aniversario más del golpe de estado perpetuado en 2009 en contra del entonces presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya.
El expresidente fue sacado por militares en horas de la madrugada de su residencia y expulsado a Costa Rica, comenzando así una crisis política en Honduras que dejó como resultado flagelo al pueblo que defendía a Zelaya.
Dentro toda esta gente que se lanzó a las calles esta Elsa Martínez una mujer campesina que dejó su tierra y sus labores para defender la democracia hondureña
Para ella el golpe fue una guerra física y psicológica que la sufrío en carne propia, que la llevó a participar en acciones como manifestación en las calles con compañeros y compañeras.
Martínez experimentó dormir en las calles, pasar hambre, tener frío y sed, cambios de clima, sol, lluvia, gaseadas, toletazos, todo esto mientras las fuerzas armadas defendían el golpe y criminalizaban al pueblo.
Mientras ella luchaba con un grupo de maestros fue golpeada por los policías cobras, discriminada por su origen y perseguida. Lo más duro que vio fue la muerte del Joven Isis Obed, que murió a causa de un balazo en la cabeza, en el aeropuerto Tocotín.
Fue una de las líderes que movilizó autobuses con al menos 60 personas cada viaje, esto para participar en las movilizaciones que hacía el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).
Martínez considera que ex presidente Zelaya hacia un buen gobierno ya que apoyaba con muchos programas y proyectos al sector campesino.
Con la llegada de Xiomara Castro al poder, la ardua lucha que ella tuvo junto a su familia, sin duda necesita recompensa y no se trata de recursos económicos si no más bien de proyectos sociales que puedan ayudar a su comunidad y a los grupos desprotegidos. Lamenta que los ministros que fueron nombrados por Castro no sean accesibles.
Cómo fundadora, y ex precandidata a la alcaldía en el municipio de Opatoro, La Paz, por tres periodos por el partido Libre y coordinadora de la mujer del Consejo Indígena Lenca Ambiental Honduras, (CILAH), aglutinados a La Vía Campesina Honduras solicita que las tomen en cuenta en todos los proyectos de desarrollo social, económico y agrícola que impulsa el gobierno de Castro.
Le pide que cree programas que velen por las necesidades de las personas y que otorgue viviendas dignas, agricultura sostenible, iniciativas económicas, bono tecnológico, bono de la tercera edad, sistemas de riego por aspersión o por goteo y fuentes de empleo para mujeres y jóvenes.
Además, desea que a los grupos, campesinos y étnicos se les entregue tierra para trabajar, becas y formación a la mujer campesina e indígena, no lo, dice en condición de fundadora del partido Libertad y Refundación, sino más bien en posición de una mujer preocupada por el bienestar social.
Y es verdad que el gobierno de Castro es nuevo y tiene unos pocos meses de administración, pero su responsabilidad es dar solución a los problemas y mejorar la condición de vida de las y los hondureños.
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