Recordando a nuestra madre

Teresa de Jesús Flores Rivera nació el 15 de octubre de 1957, estaba casada con el Sr. José Rodolfo Granados, familia conformada por 11 hijos biológicos y dos hijos adoptivos que eran sus nietos, los cuales ella los creció como si fueran sus hijos. Era la hija menor de seis hermanos, hija del señor y la señora, quien en vida fueran Antonio Flores y Agapita Rivera.

Ella nació en la aldea Las Lajas, Meámbar, Comayagua, tuvo una niñez muy difícil, ya que a los 9 años su madre falleció de cáncer de seno y desde ese momento su vida cambió, quedó bajo el cuidado de sus hermanas mayores hasta que a los 18 años se casó.

Mi mamá fue un alma de otros tiempos, ella tenía muchos sueños y metas. Mi Mamá era una excelente madre, ella nos enseñó a leer antes de ir a la escuela, mi mamá solo había cursado 6th grado, pero ella podía escribir las mejores historias o cuentos para niños, todas las noches nos contaba un cuento o historias que ella misma escribía, cuando iba a la ciudad nos compraba libros de cuentos para leernos.

Dentro de ellos estaba mi favorito, el de las tres princesas que ahora como mamá se los he contado a mis hijos no únicamente una, sino muchas veces, mi mamá fue la mejor madre que nosotros sus hijos pudimos tener, nos dio abrazos cuando los necesitamos, nos cuidó cuando nos enfermábamos y siempre estuvo para darnos un buen consejo, lo más importante nos enseñó a ser mujeres y hombres de bien, a ser honestos, honrados, respetuosos y sobre todo ser unas personas trabajadoras.

No fue su intención tener 11 hijos, pero debido a la falta de educación en la familia no se le permitía planificar, siendo yo la hija mayor tenía que escuchar cuantas veces mi mamá se quejó del maltrato familiar que recibió de parte de la familia de mi papá.

Ellos le decían que una mujer buena debía tener muchos hijos y que no debía de andar en reuniones de la comunidad ni de política, que las mujeres estaban hechas para estar en la casa, pero mi mamá era una mujer muy valiente y emprendedora que no le importó lo que la gente decía de ella.

Eso la hacía ser especial porque la aldea sabía que podían contar con ella cuando la necesitaban, si había un herido ella lo curaba, si alguien estaba enfermo ella lo llevaba al hospital, si alguien moría ella ayudaba, si alguien no había comido ella compartía lo poco que tenía.

Su preocupación era que siempre nos decía, no quiero verlas sufrir, quiero que sean diferentes, que estudien, que trabajen para que no tengan o vivan una vida en la ignorancia, ella fue una de las personas que se preocupó por su aldea y pueblo para que los gobiernos dieran los fondos necesarios para que los campesinos tuvieran agua potable, electricidad, escuela y servicios sanitarios.

Recuerdo tener tres años cuando mi mamá decidió ser miembro activo del Partido Liberal que se dividió en dos, surgiendo un nuevo partido y que ella entro a pertenecer al Partido Libertad y Refundación, nunca olvidaré cuando nos levantaba temprano para llevarnos a las campañas y luego ir de casa en casa a repartir afiches de los candidatos políticos en esos tiempos.

Mis hermanos y yo estamos muy orgullosos de quien en verdad fue mi mamá, nuestra niñez fue difícil en lo económico, pero en lo moral y psicológico fuimos felices porque a nosotros nunca nos faltó amor, ella trabajó duro alado de mi papá para sacar a todos sus hijos adelante.

El haber sido miembro activo de La Vía Campesina le abrió muchas puertas, donde ella conoció a muchas personas que hoy en día la recuerdan con mucho amor.

Como hijos hemos sufrido su ausencia, nos ha dolido que la perdida de ella haya quedado impune, que el gobierno anterior no haya dado los recursos para las investigaciones necesarias.

Ella fuera la mujer más feliz al saber que la nueva presidenta de nuestro país es la Sra. Xiomara Castro a quien ella conoció en persona y que luchó por el Sr. Mel Zelaya cuando se le dio el golpe de Estado.

No había nadie que le prohibiera a ella no estar presente en esa lucha, porque ella tenía un lema y era “si muero por el partido voy a morir feliz”, creo que debido a su tenacidad ella pudo lograr que su nombre nunca se olvide.

Estamos muy agradecidos con el nuevo Gobierno con el hecho de que el día de la toma de posesión se mencionó su nombre, fue un día que jamás olvidaremos porque lloramos de la emoción al ver que su legado sigue vivo, que a pesar de que ella era una campesina humilde sin la preparación requerida ella llegó muy lejos.

Ese día fue histórico para nosotros que la extrañamos, pero que aprendimos que físicamente no está, pero que ella nunca murió, que pudieron quitarle la vida, pero sus ideales jamás murieron.

Que las personas que se atrevieron hacerle daño no pudieron con la valentía que ella tenía, que no pudieron manipular a una mujer que murió por los derechos de los demás.

A esas personas que conocieron a nuestra Madre que la enseñaron y la guiaron para llegar hasta donde ella llegó, gracias porque ustedes fueron cómplices de cumplir sueños en la vida de ella, gracias porque nunca la olvidaron y en especial a usted Wendy Cruz, el Sr. Juan Ramón, el Sr. Guillermo Martínez Suazo y otras personalidades que la querían mucho.

Atentamente; su viudo José Rodolfo Granados y sus hijos Hilda, Oneida, Edith, Jenny, Merlín, Allan, Bessy, Rosa, Onys, Ledis, Viviana, Waleska, Edenel, nietos, yernos y nueras.

Bendiciones y besos hasta el Cielo.

Escrito por Hilda Granados

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